
Mucho antes de que el distanciamiento social se volviera lo común, Marc Oslon ya había empezado a distanciarse construyendo una nueva casa en medio de la nada.
La casa se encuentra en un punto recóndito y privado de la Península de Yucatán, lejos de vecinos ruidosos y calles llenas de trafico, pero también de los postes de electricidad y la red de agua potable.
Originario de Alaska, Marc Oslon es un fotoperiodista jubilado. Con una gran sonrisa, nos guía en un breve recorrido por su casa la cual ha apodado Rancho San Benito.
“temprano en la mañana cuando abro las ventanas”, dice Oslon señalando a sus persianas. “La luz se vuelve muy brillante, pero también suave”. Adoro la luz. Fui fotógrafo por muchos años y pasé mucho tiempo pensando en la iluminación y el flujo del aire a la hora de diseñar esta casa”.
Pero Oslon tuvo mucho más que considerar aparte de la iluminación natural. Tenía que proveerse de su propia energía eléctrica y agua. Por lo tanto instaló paneles solares y un gran molino para abastecerse de agua.
La casa en forma de L es bastante sencilla. Tiene un gran cuarto de usos múltiples y una cocina. Fue construida utilizando piedras encontradas en el mismo terreno, el cual había sido un rancho.
A veces, las soluciones tradicionales son las mejores. Marc duerme en una hamaca la cual cuelga sobre piezas de madera tallada hechas de un viejo tronco.
Una fila de celosías decoradas con una cruz Maya permiten el flujo de la brisa. Los muros están resanados de blanco para facilitar retoques y mantenimiento.
En el patio trasero construyó una terraza con una pérgola y una alberca alimentada directamente con agua fresca del molino. La casa está orientada para ofrecer protección del sol, tiene todo lo que quiere y necesita.
“Esta casa es mestiza”, dice Olson haciendo referencia a la mezcla de culturas presente en su diseño y construcción. “Por fuera parece colonial, pero por dentro es moderna”.
La casa es de un solo piso, pero está diseñada para dos, por si se requiere más espacio. Pero antes, Marc Oslon planea plantar un jardín de cactus, así como árboles frutales y la construcción de un corral para animales.
Su amigo, Victor Yam, quien es un ganadero de la región lo ayuda con su jardín. Él sabe todo acerca de las plantas de la región. Queremos revivir los pastizales y comprar algunas cabezas de ganado para revivir el rancho.
La nueva casa representa un gran cambio para Olson, quien vivió en Mérida por varios años, y jura no cometer los mismos errores.
“Hice lo que hacen muchos extranjeros cuando llegan”, dice Olson haciendo referencia a su compra de una gran casona difícil de mantener y de la cual solo aprovechaba una pequeña parte.
El construir una casa desde cero en un viejo rancho no fue del todo fácil, admite Olson. “Tuve varios contratiempos”. Por bastante tiempo Olson no tuvo electricidad ya que un trabajador accidentalmente había desconectado algunos cables en un área obscura y difícil de ver. Encontrar buenos trabajadores como pintores y plomeros en una área tan remota es un reto constante.
“No hubiera tenido este tipo de problema en el centro de Mérida”, dice Olson.
Pero a pesar de los obstáculos, ha valido la pena.
“Está empezando a tomar forma, tal como lo imagine” dice Olson. “Mis papás tuvieron un par de cabañas en Alaska cuando era niño, y ahora esta es mi cabaña, mi cabaña en Yucatán. Es una hermosa casita de monte.