
Con el crecimiento de Mérida, diferentes comisarías y municipios han pasado a formar parte de la mancha urbana. Esto ha permitido que la ciudad adquiera parques, áreas verdes e incluso haciendas previamente ubicadas en la periferia.

Uno de estos casos se encuentra en la comisaría Xcumpich, localizada a 10.5 kilómetros del centro de la ciudad de Mérida, pero todavía dentro del periférico.

Hay varias teorías sobre el significado de Xcumpich, pero la más común es árbol de la hondonada, ya que k’óom significa hondonada y pich se refiere a un árbol cuyo fruto asemeja a grandes orejas (centerolobium cyclocar pum).
La hacienda Xcumpich, residencial privado. Escuela Montessori Xcumpich, frente a la hacienda.
En la actualidad está propiamente dentro de los límites urbanos de la ciudad. El viejo casco de la hacienda henequenera, colindante con las antiguas instalaciones de Cordemex, hoy constituye una mansión privada.
Tuvo su esplendor durante la época del auge henequenero.

En 1889, Xcumpich era una de las 79 haciendas cercanas a las afueras de Mérida, y era propiedad de Audomaro Molina Solís, hermano del ex gobernador de Yucatán Olegario Molina Solís, cabeza de una de las familias más poderosas de la época.
Las áreas verdes son abundantes. Hasta hace algunos años aún se celebraban vaquerías y corridas de toros en el parque principal de la comisaría. Estos espacios se han convertido en áreas públicas, con parques infantiles, canchas deportivas y la misma iglesia de la época hacendera. Están rodeados de escuelas públicas en cada extremo del parque.
Como residente del vecindario desde hace más de 7 años, he visto cómo los alrededores han pasado lentamente de ser una zona semirrural a una zona cosmopolita. Afortunadamente, muchos de los residentes originales han mantenido sus casas.
Hoy en día es un área principalmente residencial, con un corredor comercial que conecta con el Siglo XXI.

Ha conservado el aire relajado de un pueblo yucateco, a diferencia de sus concurridos barrios vecinos, Francisco de Montejo y Chuburná. El parque principal es una visita habitual, no sólo para los que vivimos cerca sino para los residentes de estas comunidades vecinas.
La revolución de la zona está presente en su arquitectura. Han surgido casas de estilos variados que ahora conviven con las construcciones anteriores, creando una mezcla ecléctica de casas sencillas, típicamente yucatecas, con expresiones modernas y coloridas.
Las casas y los apartamentos tienen diferentes precios, pero suelen empezar a partir de los 3 millones de pesos. Si uno está buscando una opción más grande y elegante, la principal Hacienda Xcumpich está en venta, en alrededor de 1.600.000 dólares.
Cerca de algunas de las zonas más concurridas de la ciudad, las tiendas populares y las plazas están muy cerca del vecindario. Plaza Galerías, Costco y El Gran Museo del Mundo Maya están a sólo 5 minutos.
El pabellón principal conecta la comisaría con el Montessori Xcumpich, una escuela primaria privada, y la casa principal de la hacienda. La calle termina en una enorme ceiba rodeada de pitayas, el focal natural de la colonia.

La comisaría Xcumpich se ha preservado en medio del desarrollo cosmopolita de Mérida. Sus parques y áreas públicas nos recuerdan qué, dentro de la modernidad, hay valor en la naturaleza y la comunidad.